Un artículo por semana: Semana 2 "Reduccionismo en psiquiatría"

REDUCCIONISMO EN PSIQUIATRÍA
Baca Baldomero.


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Resumen realizado por Dr Ramiro Almada

 
Con el avance actual de la tecnología aplicada a la biología y la neurociencia, el aumento de la cantidad de investigación sobre las bases del sustrato biológico del funcionamiento y de la enfermedad mental, y el empuje de la perspectiva y discurso biologicista en psiquiatría, puede venir bien este artículo, que aborda las bases filosóficas y epistemológicas del reduccionismo en general y en la psiquiatría en particular.
Además de analizar qué es reducción y reduccionismo en la ciencia en general, se reflexiona acerca de la relación entre sustrato biológico y enfermedad mental, el problema mente-cuerpo, y concretamente el reduccionismo en psiquiatría.
Teniendo en cuenta que ahora estamos con un artículo por semana me tomo la libertad de elegir este artículo que es un poco larguito, pero creo que puede estar bueno.  
Antes del resumen, vale la pena la reflexión que hace el autor del artículo a modo de síntesis o de “declaración de principios”:
 “..El psiquiatra, por tanto, aun tomando conciencia de que se mueve en el campo de una ciencia no-restringida y que puede, en su faceta de investigador, actuar dentro de las ciencias limítrofes (la más relevante de las cuales es, sin duda, la neurociencia) no puede perder de vista que su competencia ha de estar dirigida a la doble función de hacer una psiquiatría de causas y una psiquiatría de razones (es decir moverse en la doble dimensión de la explicación y de la comprensión) pero, eso sí, imprescindiblemente dentro de un modelo que mantenga claro que la vida humana es fundamentalmente un relato estructurado como una narrativa, cuyo sentido no puede dejar de ser descifrado y cuya aprehensión hace problemático, por principio, cualquier intento de reducción y exige excluir de raíz todo reduccionismo”.
Saludos, Ramiro.





Reducción y Reduccionismo: Una polémica en  psiquiatría. (síntesis)
Enrique Baca – Baldomero (Catedrático de Psiquiatría. Universidad Autónoma de Madrid. Instituto de Teoría de la Psiquiatría. Fundación Archivos de Neurobiología, Madrid, España.) Rev. Neuropsiquiatr 72 (1-4), 2009 25 

Partiendo de una definición general de reducción, entendida con Ferrater como el acto o hecho de transformar algo en un objeto considerado como anterior o más fundamental. La reducción puede referirse tanto a un objeto real (un estado más desarrollado está contenido en un estado menos desarrollado) como a un objeto ideal (lo fundamentado está contenido en su fundamento). Así pues, la idea que subyace bajo las prácticas reduccionistas es que una realidad determinada no es sino otra realidad, que se supone más fundamental.
Algunas definiciones:
a) análisis (examen de las partes de un todo, previa su descomposición e identificación, sin perder de vista en ningún momento la identidad de ese todo que se analiza).
b) reducción (proceso de búsqueda de estructuras elementales en estructuras complejas)
c) reduccionismo (intento de explicación total de las estructuras complejas como simple agregado cuantitativo de estructuras elementales).


Reducción y reduccionismo:
a) la reducción es un mecanismo íntimamente ligado al origen y nacimiento de la ciencia
b) en el reduccionismo podemos distinguir:
        i) la práctica del reduccionismo por parte de los científicos (centrado en el planteamiento de un tipo u otro de reduccionismo como programa de investigación científica, y en la legitimidad de su uso).
        ii) la teorización y el análisis de las condiciones de posibilidad de la reducción (las discusiones filosóficas han tratado de analizar las clases y funciones de la reducción, así como de establecer sus condiciones de posibilidad como herramienta de conocimiento científico (válido o verdadero).
Reducir es, por tanto, trasladar conceptualmente el campo en el que vamos a entender e investigar un objeto a otro campo que pretendidamente abarca al campo desde el cual el objeto se traslada.
En el caso de objetos ideales, la reducción supone el paso de lo que es una idea a su fundamento. La reducción actúa buscando lo fundamental y prescindiendo de lo que en el objeto actual es meramente accidental o episódico. Esta, en síntesis, es la epagogé aristotélica en la cual lo que se busca es una simplificación y fundamentación del mecanismo lógico en las raíces que lo sustentan. Esta reducción es la reducción más pura.

Mientras que la reducción material (la realizada con objetos reales) supone el riesgo de simplificación, la reducción ideal (realizada con objetos ideales o conceptuales) supone siempre una profundización en los fundamentos mismos de las ideas que se reducen.
La justificación lógica de la reducción estriba en el postulado de la necesidad de simplificación de las leyes, pero tropieza con dos tipos de problemas fundamentales:
-          la irreductibilidad ontológica que resulta de la pura descripción de las capas de lo real
-          las mismas exigencias teóricas de las ciencias.
Nagel distingue:
Reducción semántica: proceso por el cual un enunciado se reduce a otro.
Reducción metodológica: reduce un enunciado empíricamente demostrado a otro enunciado de un campo científico distinto, en base a las conexiones lógicas entre determinados enunciados de ciencias distintas
Reducción ontológica: es, simplemente, la reducción de un objeto a otro.
El reduccionismo metodológico es estratégico y no sustancial. El reduccionismo ontológico que es sustancial y por tanto radical. Empleando los criterios de reducción de Nagel puede decirse que si bien el empleo de la reducción semántica produce un reduccionismo superficial y generalmente creador de confusión, la reducción lógica es generalmente estratégica (metodológica) y la reducción ontológica produce un reduccionismo altamente discutible.

REDUCCIONISMO EN BIOLOGÍA
Ciencias restringidas: estudian fenómenos más sencillos y más fundamentales. Son más “autosuficientes” en sentido que no requieren explicaciones fuera de su ámbito.
Ciencias no restringidas: estudian fenómenos más complejos utilizando la aplicación de herramientas de otras disciplinas.
En su búsqueda de autolegitimación la biología ha buscado salidas a las explicaciones reduccionistas. Un ejemplo de esto es la aparición del emergentismo como modelo explicativo no reduccionista. Los emergentistas defienden que cada nivel de complejidad creciente que se desarrolla evolutivamente es emergente en relación al anterior o precedente nivel. Cada nivel presenta en relación al anterior una cualidad que no puede encontrarse ni aun de manera incipiente o latente, en el nivel inferior o precedente. La emergencia supone al mismo tiempo “procedencia de” y “superación de” en relación al nivel anterior e inferior.
Reduccionismo y holismo:
Popper y la necesidad de reduccionismo por su utilidad:
a) los científicos no tienen más remedio que ser reduccionistas
 b) los científicos deben aceptar el reduccionismo como método
 c) no hay buenos argumentos a favor del reduccionismo filosófico; por el contrario si los hay contra el esencialismo (o sea el reduccionismo ontológico).

En realidad, las tesis de Popper son una crítica contra las manifestaciones voluntaristas que abogan por un holismo imposible. El holismo exige la superación racional y factual de la dispersión de los datos primero y de las teorías después y, consiguientemente, la empresa de formular una teoría integrada de la realidad. Otra cosa es que la realidad clínica fuerce siempre la necesidad de una postura operativa holística que la ciencia está lejos de poder proporcionar.











Por ello, el reduccionismo, incluido el metodológico, ha de actuar planteando probablemente un sistema de aproximaciones sucesivas basado en el principio general del “como si” (as if). Dicho de otra forma, todo reduccionismo, aunque en principio sea estratégico, ha de atemperar sus condiciones buscando vías de similitud y aceptando, probablemente desde el principio, que dichas vías de similitud no será nunca vías de identidad.                                       
 Pero este “truco” ha de quedar claro en el momento del análisis de los resultados obtenidos en las investigaciones. Ser similar no es ser igual; por lo tanto, el plano de la complejidad de los hechos y fenómenos reducidos y la imposibilidad ontológica de dicha reducción deben quedar salvaguardados.

REDUCCIONISMO MENTE CUERPO
La filosofía de la mente, ante el problema del dualismo de sustancias apuesta directamente por un fisicalismo (materialismo) ontológico (o lo que es lo mismo por un fisicalismo sustancial o de sustancia).  Si aplicamos las anteriormente mencionadas proposiciones de Nagel al problema de la reducción de los fenómenos “psíquicos” a hechos físicos, la principal objeción es la imposibilidad de encontrar leyes-puente que cumplan adecuadamente el principio de bicondicionalidad para que cada termino o propiedad mental nos ofrezca una condición nomológicamente suficiente y necesaria en términos físicos y no simples conexiones entre las propiedades físicas y mentales.
En su aplicación al problema de las relaciones psicofísicas el emergentismo, en tanto que fisicalismo no reductivo, propone una interesante posición teórica que puede ayudar a afrontar algunos de los problemas que el reduccionismo nageliano plantea, no sólo en función de sus tres axiomas arriba comentados sino por la formulación del principio de “causalidad hacia abajo” (downward causation). Según este principio, una vez emergidas, las propiedades nuevas de la estructura superior actúan causalmente sobre las propiedades de la estructura inferior.
Desde la “década del cerebro” el imparable avance de las investigaciones ha despertado una ilimitada esperanza en la inminencia de la reducción del funcionamiento y de los problemas mentales al ámbito de la estructura y función del sistema nervioso central del ser humano. El reduccionismo que se hace desde la neurobiología generalmente es de carácter mixto y va desde el mero tipo semántico, empleado generalmente en la “trascripción” simplificada y simplificadora de conceptos y términos psicológicos y psicopatológicos en las investigaciones neurobiológicas, hasta el reduccionismo ontológico que plantean algunos autores. (Baron-Cohen, Koch, Schwartz, Kandel?).

REDUCCIONSIMO Y PSIQUIATRÍA
Los modelos teóricos en psiquiatría han acabado siendo siempre meta-psiquiátricos y la mayoría de las veces se han convertido (o pretendido convertirse) en concepciones del mundo totalizadoras y excluyentes. No entraremos ahora a analizar en profundidad este hecho pero sirva para ejemplificarlo un dato de observación: la facilidad con la que las teorías en psiquiatría se convierten en convicciones y, en un siguiente paso que se da con más frecuencia que lo deseable, en verdaderas profesiones de fe, con sus correlatos de acriticismo y de sectarismo.
Los paradigmas teóricos clásicos en la psiquiatría han tenido que afrontar el gran problema subyacente a todos ellos: el concepto mismo de enfermedad mental y su definición teórica y operativa. Ninguno de ellos ha conseguido establecer una proposición satisfactoria en este campo. Algunos como Kurt Schneider ya plantearon claramente que la enfermedad sólo es posible dentro del paradigma teórico de la medicina, otros han preferido obviar el tema y quedarse en la cómoda e imprecisa denominación de trastorno.
Es posible que tengamos que admitir para la psiquiatría una especie de doble vía que nos llevaría a tener que desarrollar “dos aproximaciones distintas igualmente bien fundamentadas”:    Una de ellas sería una psiquiatría de razones y la otra una psiquiatría de causas.
-           La primera sólo admite una aproximación correctamente fenomenológica, es decir una aproximación hermenéutica.
-          La segunda nos conduce posiblemente a un necesario y sensato materialismo no reduccionista pero con dificultades de dar cumplida respuesta a todos los matices de la realidad clínica.
Kendler ha sintetizado las criticas que pueden hacerse a los modelos reduccionistas al plantear una serie de premisas:
a) La psiquiatría esta irrevocablemente basada en las experiencias mentales en
primera persona; 
b) el dualismo sustancial cartesiano es falso;
c) el epifenomenalismo es falso;               
d) La causalidad mente-cerebro es tan real como la causalidad cerebro-mente;
 e) los trastornos psiquiátricos son de etiología compleja. La pretensión de hallar causalidades lineales y específicas (“tipo espiroqueta”) es ilusoria;                                                                                         f) las explicaciones plurales son preferibles a las explicaciones reduccionistas, especialmente a las de tipo biológico; 
g) la psiquiatría debe evolucionar desde las “batallas de paradigmas” precientíficas a posiciones más maduras que afronten el hecho de la complejidad mediante modelos explicatorios rigurosos y pluralistas;
 h) es necesario aceptar un “reduccionismo desigual” que proceda poco a poco a integrar los complejos caminos de etiología de los trastornos mentales.
¿Hay alguna vía de superación de las posiciones reduccionistas en psiquiatría?
Todos los modelos explicativos en nuestra disciplina deberían cumplir dos requisitos empíricos inexcusables:                                                                                                                                             

a) conseguir hacer inteligible, para el observador entrenado, la conducta global del individuo .  
b) ayudar a la hora de elegir formas de ayuda para los problemas de ese mismo individuo.

Pero el paso de la formulación teórica a la citada realidad clínica ha de afrontar otros dos problemas importantes:
 1) la distinción clara entre el concepto de signo como expresión de la señal biológica (alterada) y el concepto de síntoma como expresión del sentido y del significado que el fenómeno psicopatológico adquiere en la vida del sujeto concreto que enferma.
2) determinar el marco de una narrativa especifica (es decir de qué vida concreta) en la que se producen tanto los signos (que por su propia definición son siempre señales apersonales) como los síntomas (que por propia definición son los elementos que construyen la narrativa del paciente y son vertebrados por ésta)
El psiquiatra, por tanto, aun tomando conciencia de que se mueve en el campo de una ciencia no-restringida y que puede, en su faceta de investigador, actuar dentro de las ciencias limítrofes (la mas relevante de las cuales es, sin duda, la neurociencia) no puede perder de vista que su competencia ha de estar dirigida a la doble función de hacer una psiquiatría de causas y una psiquiatría de razones (es decir moverse en la doble dimensión de la explicación y de la comprensión) pero, eso sí, imprescindiblemente dentro de un modelo que mantenga claro que la vida humana es fundamentalmente un relato estructurado como una narrativa, cuyo sentido no puede dejar de ser descifrado y cuya aprehensión hace problemático, por principio, cualquier intento de reducción y exige excluir de raíz todo reduccionismo.
Un artículo por semana: Semana 2 "Reduccionismo en psiquiatría" Un artículo por semana: Semana 2 "Reduccionismo en psiquiatría" Reviewed by PEF on 13:14 Rating: 5

3 comentarios:

  1. Muy buen articulo, tomo una frase para debatir.

    ¨ la facilidad con la que las teorías en psiquiatría se convierten en convicciones y, en un siguiente paso que se da con más frecuencia que lo deseable, en verdaderas profesiones de fe, con sus correlatos de acriticismo y de sectarismo.¨

    Dista enormemente de la realidad científica esto ultimo, ya que la posición de estar en constante aprendizaje nos lleva a decir que lo que hoy se piensa como causa de una enfermedad, posiblemente la investigación a futuro nos podrá indicar que estábamos equivocados. Mi opinión personal es que la psiquiatría dista enormemente de tener una posición acritica y sectarista, pero siempre y cuando se ejerce desde un punto de vista científico, ya que tenemos otras corrientes que son bien conocidas por su falta de autocritica y casi fanatismo religioso en torno a la posible causa de sintomas.
    Se habla de reduccionismo por trasladar el campo desde un paciente a otro, y específicamente es lo que hace la medicina en la atención a los pacientes, ya que si bien cada persona es única, los sustratos fisiopatologicos y síndromes son items que se repiten sistematicamente en las enfermedades (que tenemos la suerte de haber aclarado). Psiquiatría se encuentra en la desventaja de no tener dilucidado la causalidad de los síntomas, pero esto no quiere decir que el cuerpo humano en un síndrome ya consolidado se comporte de una manera anarquica, es solo cuestión de que con el tiempo se empiecen a aclarar las bases fisiopatologicas de las enfermedades.
    En ese punto el reduccionismo sin duda sera mayor, pero con mejores resultados para el cuidado del paciente.

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  2. gracias por el comentario. La idea es poder discutir sobre estos temas tan importantes y que se debaten menos de lo que deberían.
    Con respecto al asunto en cuestión yo me afilio a la idea de que la psiquiatría es una disciplina compleja, con un pie en las ciencias naturales y un pie en las disciplinas humanísticas antropológicas. En este sentido restringir su abordaje a un marco científico-natural rígido dejaría por fuera todos los conocimientos provenientes de las disciplinas hermenéuticas. De hecho en su historia, sin los conocimientos provenientes de, por ejemplo, la fenomenología o el psicoanálisis, la psiquiatría no se hubiera edificado tal como lo ha hecho. Esto genera que la psiquiatría tenga una epistemología más difícil, con mayor campo de complejidad y de controversia, pero la alternativa sería una simplificación que conduciría a una psiquiatría desprovista.
    A no ser que se considere a lo científico desde un sentido más amplio del concepto, y según el autor: ".. si tratamos de hacer balance, y recordando la célebre sentencia kantiana según la cual «los pensamientos sin contenido son vacíos, las intuiciones sin conceptos son ciegas», parece que toda concepción de la ciencia que no admita que
    la observación empírica y la intuición teórica alternan y se complementan en una dialéctica inagotable, que no asiente en planteamientos realistas en el plano ontológico y que no someta su praxis a un cuidadoso análisis contextual, corre un serio peligro de caer en reduccionismo o especulación" .
    arriba con el debate

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  3. Adhiero ampliamente a la idea de no solo una psiquiatría compleja, sino una medicina compleja y atravesada por el campo psicosocial.
    El claro ejemplo se ve en como un conflicto interpersonal puede originar estres en una persona y elevar la tensión arterial o la glucemia en el momento.
    Algún día entenderemos como el medio socio ambiental afecta los circuitos de la ansiedad, o a su vez los circuitos de recompensa generando síntomas ansiosos o de anhedonia, respectivamente.

    Cordiales saludos! :)

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